Te descubrimos esta isla frente a Hiroshima llena de naturaleza, ciervos y templos
| Tiempo medio de la actividad | Todo el día |
| Franja de tiempo ocupado | Día completo |
| Ideal para: turismo cultural, familias, fans de los animales | |
| Precio del ferry | 2€/viaje/persona |
Situada a tan solo 10 km de Hiroshima, la isla de Miyajima (oficialmente llamada Itsukushima) es uno de los destinos más mágicos de Japón. Con su famoso torii flotante, templos centenarios y ciervos que campan a sus anchas, es una parada obligatoria para quienes visitan la región de Chugoku.
La mayoría de los visitantes van por su torii flotante. Sin embargo, la isla tiene muchos más atractivos e incluso merece la pena quedarte ni que sea una sola noche. Te contamos seguidamente por qué.
- Un poco de historia: ¿Una isla o un templo rodeado de agua?
- Cómo llegar a Miyakjima
- Qué ver en Miyajima
- 4. Nuestra opinión: de lo mejor del viaje
- Conclusión: busca el hueco en tu viaje para esta isla
- Cómo estar conectado a internet 24 horas en Japón
- ¿Vale la pena ir con seguro a Japón?
- Dónde alojarse en Miyajima
- Otras actividades para hacer vinculadas con Miyajima
- Alquiler de coches
- Otros artículos que pueden interesarte
- ¿Qué opinas sobre la isla de Miyajima?
Un poco de historia: ¿Una isla o un templo rodeado de agua?
Miyajima, cuyo nombre real es Itsukushima, ha sido considerada una isla sagrada desde tiempos inmemoriales. Ya en el siglo VI, se le atribuía un profundo carácter espiritual dentro del sintoísmo, la religión nativa de Japón. En el año 593, bajo órdenes del influyente clan Saeki, se fundó el Santuario de Itsukushima dedicado a las diosas del mar, Ichikishimahime, Tagorihime y Tagitsuhime.
Durante el siglo XII, el poderoso Taira no Kiyomori —un militar que básicamente mandaba más que el propio emperador en su época— reconstruyó y expandió el santuario, dándole la apariencia casi flotante que hoy nos deja boquiabiertos. El torii, esa enorme puerta que parece surgir del agua, servía como un símbolo de que la isla misma era un lugar sagrado, donde en teoría, no se podía nacer ni morir (aunque, como en todo, había excepciones prácticas).
Con el paso de los siglos, Miyajima sobrevivió a guerras, incendios y terremotos, conservando su estatus especial dentro de la cultura japonesa. Incluso en la era moderna, cuando Japón abrió sus puertas al mundo, Miyajima siguió siendo vista como un refugio de espiritualidad y belleza. El santuario fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, y hoy, la isla combina perfectamente su antiguo legado religioso con un turismo vibrante, pero respetuoso. Visitar Miyajima es caminar por una historia que flota —literalmente— entre la fe, el arte y el mar.
Cómo llegar a Miyakjima
Desde Hiroshima, la forma más común de llegar es tomando un tren de la línea JR Sanyo hasta la estación de Miyajimaguchi (unos 30 minutos). Desde allí, los ferris parten cada 15 minutos y el trayecto dura unos 10 minutos. El trayecto entre la estación de tren y los ferris se hace a pie y está muy bien señalizado (básicamente es seguir una calle recto).
Hay dos compañías operando:
- JR Ferry: Incluido en el Japan Rail Pass.
- Matsudai Ferry: No incluido en el JR Pass, pero con un precio similar.
En nuestro caso, que íbamos sin el Japan Rail Pass (no nos salía a cuenta), escogimos la otra línea. Es, básicamente, lo mismo una que otra pero con barcos de diferente color. No debe preocuparos. El precio es bastante económico, pero sale más barato comprar la ida y la vuelta juntas (sale por unos 360 Yenes, unos 2,20 Euros). Y no, no nos hizo falta reservarlo con antelación.
Ambos ofrecen vistas espectaculares del torii flotante. El último ferry de regreso desde Miyajima suele ser alrededor de las 22:14, pero es recomendable verificar los horarios actualizados antes de planificar tu visita.
Qué ver en Miyajima
El gran torii flotante
La estrella de Miyajima, el fotogénico pórtico rojo que parece flotar sobre el mar en marea alta. Podrás descubrirlo con marea baja o con marea alta, o con ambas. Y ambas merecen su fotón de recuerdo, porqué ambas quedarán bien en tu Instagram.
Mira bien las horas de las mareas para descubrir cómo lo encontrarás.
El Santuario de Itsukushima
Un santuario… que también flota (o al menos lo parece). Fue construido literalmente sobre pilotes para que, con la marea alta, parezca surgir del agua como un ninja elegante. No te preocupes si el suelo cruje… es parte del ambiente tradicional. O eso queremos creer.
Os seremos sinceros, una vez más (¡viva la sinceridad neutral! A mi me gustan los blogs sinceros, no los que se fascinan por cualquier chorrada y donde todo es magnífico): desde fuera tiene mejor aspecto que desde dentro. Hicimos la visita y nos pareció bastante regulero. Si vas justo de tiempo, ¡desde fuera está precioso!
El Templo de Daishoin
Si el anterior me pareció aburridote, este, en cambio, me gustó. Quizá por la mística de estatuas llenas de gorritos de lana rojo, quizás el entorno más en la montaña, o quizás sus templos decorados con elementos budistas. Este sí que vale la pena. Sin embargo, es menos famoso que el anterior… ¡Mejor!
¿Por qué gorritos de lana rojos sobre estatuas? Hay una explicación conmovedora.
Los budas pequeñitos con gorritos de lana que ves en el templo Daishoin son en realidad representaciones de Jizō, el protector de los niños, viajeros y almas perdidas en el budismo japonés. Los gorritos y baberos de colores no son simples accesorios de moda espiritual: son ofrendas hechas por familias que buscan protección para sus hijos, especialmente por el alma de niños que han fallecido o como gesto de gratitud por un favor concedido. Además, en invierno, los fieles abrigan a los Jizō para que «no pasen frío», en un acto de ternura que hace que el templo parezca más una guardería de deidades que un sitio solemne.
El Monte Misen
El pico más alto de Miyajima, con vistas alucinantes y templos escondidos por el camino.
Atención: En la cima puede que encuentres más monos y ciervos que humanos.
Dispones de diversas opciones: Subir caminando (y replantearte todas tus decisiones de vida en el proceso) o subir en teleférico (y replantearte tu fobia a las alturas).
La calle Omotesando y alrededores
La arteria principal de tiendas, souvenirs y delicias locales. Aquí se pasa más hambre mirando que comiendo, porque todo huele demasiado bien.
¿Sabías que la obsesión de los dulces adornados en Japón es porqué, cuando viajan, tienen casi la obligación de llevar dulces en forma de souvenirs a familiares y amigos? El viajero más molón es el que trae los mejores dulces. Por ello verás una auténtica obsesión con los dulces en las tiendas de souvenirs japonesas. Además, cada zona hace uno diferente. En Miyajima se trata del Momiji Manju (pastelitos con forma de hoja de arce). ¡Peligrosamente adictivos!
El Parque Momijidani
Perfecto si visitas en otoño: colores que harían llorar a un pintor de lo bonitos que son. Si ya se te pone a posar un ciervo cuando haces la foto, imagino que las lágrimas te duran hasta el final del viaje.
Senjokaku (el pabellón de los mil tatamis) y la Pagoda de cinco pisos
Advierto que esto no lo visitamos, ya que esto lo encontramos en obras. Un viaje no es perfecto si no encuentras un monumento importante en obras. Pero os contamos lo que otros expertos nos dicen.
Senjokaku (el Pabellón de los Mil Tatamis) es, como su nombre sugiere, un salón tan grande que podrías jugar al escondite durante horas sin ser encontrado. Fue mandado construir en 1587 por el todopoderoso Toyotomi Hideyoshi como un enorme pabellón de oración budista, pero, como muchas obras de emperadores megalómanos, nunca llegó a terminarse (cosas de morirse antes de tiempo). El edificio es de madera sin barnizar, lo que le da un aire tan rústico y solemne que parece sacado directamente de una película de samuráis. No tiene ni puertas ni paredes cerradas: es un espacio abierto, enorme y casi hipnótico, lleno de vigas de madera gigantescas y tablones crujientes bajo los pies.
Sobre la pagoda: es una estructura del siglo XV pintada de un rojo intenso, con un diseño que mezcla arquitectura japonesa y china. Con sus 27 metros de altura, esta pagoda no solo decora el paisaje como una postal perfecta, sino que además simboliza la conexión entre el cielo y la tierra. Y aunque hoy no puedas entrar a ella, su presencia altísima y serena le da a la isla un toque todavía más mágico (si no te la encuentras rodeada de un andamio, que te recuerda más a las costas valencianas enladrilladas).
4. Nuestra opinión: de lo mejor del viaje
Sí, a veces, para hacer un poco de intriga, no lo decimos hasta el final, pero aquí lo tengo claro: debes ir. Es más, debes ir y pasar una noche, porqué supongo que la visita de un solo día se hace corta, intensa y, quizás, demasiado turística. Sin embargo, pasar una noche es gozar de una isla al atardecer y al amanecer casi sin turistas, sin comercios de souvenirs abiertos y con poca vida… ¡pero con ciervos!
Puede que los turistas hayamos corrompido la imagen de la isla virgen, no lo niego, pero es uno de los lugares de Japón que más «japonés» me ha parecido, en el sentido tradicional. Como animalista, tener ciervos sueltos me gana, pero Nara también lo tiene y no está a este nivel. En sí, Miyajima lo tiene todo. E incluso estoy seguro que puedes hacer dos noches y seguir descubriendo más sobre esta mística isla.
En nuestro caso nos quedamos a dormir una noche (unos amigos ya nos lo habían recomendado) y fue de las mejores ideas: cuando se van los últimos ferrys y los tours de día, la isla entra en una paz difícil de encontrar en otros lugares de Japón.
Puntos a favor:
- Una isla mágica, única, especial
- Muchos ciervos libres con los que puedes interactuar bien
- Muchos elementos que visitar concentrados en esta isla: templos, toriis, calles…
Puntos en contra:
- El turismo hace que ya no sea tan auténtico: demasiadas tiendas de souvenirs
- Es más caro que la otra isla de Japón, la… «grande»?
- Debes tener presente siempre el horario del ferry de vuelta
Conclusión: busca el hueco en tu viaje para esta isla
Vale dinero, está alejada del triángulo de las Bermudas (perdón, del triángulo japonés de Tokyo-Osaka-Kyoto), requiere tiempo… Sí, sí y sí. No vamos a negarlo que puede ser un problema en muchos planes de viaje e incluso yo, David, era reticente a ir por los restos nucleares de Hiroshima (el tiempo veremos si me da la razón). Pero Lidia insistió en ir y tenía razón, merece la pena.
Cómo estar conectado a internet 24 horas en Japón
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¿Vale la pena ir con seguro a Japón?
Japón está demasiado lejos como para ir sin seguro. No se nos pasa por la cabeza ya hacer este tipo de viajes sin seguros médicos contratados, ya que, cualquier incidencia médica allí te puede costar como tres viajes juntos. Nosotros siempre viajamos con IATI, empresa líder del sector, que nos permite ofrecer un 5% de descuento, pero tienes otras opciones válidas.
Dónde alojarse en Miyajima
Las alternativas que ofrece la zona para alojarse NO son un problema, pero si que tienen un precio más elevado que en otras partes de Japón. Algunos pensaran que es mejor alojarse en otro lugar y visitar la isla solo durante el día. Es una opción. Pero nosotros recomendamos pasar ni que sea una sola noche. Y todo está muy pegado, puedes ir a pie fácilmente.
En concreto, en Miyajima nosotros nos alojamos en una casa tradicional japonesa, lo cual hizo la experiencia aún más intensa. Aunque dormir en un futón no es lo más cómodo para nuestras acomodadas cervicales, lo repetiríamos y lo recomendamos con mucha energía. Y, si vas con niños, ¡ni te digo lo que disfrutaron!
| Miyajima Guest House Mikuniya: Es donde nos alojamos. Dispone de diversas habitaciones, algunas compartidas. Nosotros alquilamos una de las dos casas tradicionales. ¡Fue increíble! |  |
| Ryoso Kawaguchi: Una casa tradicional de huéspedes con habitaciones (pero con baños compartidos). Dispone de muy buenas opiniones y referencias sobre un trato genial por parte de los responsables. | |
| Oyado Tsukiusagi: Otra casa tradicional (nos gusta lo tradicional). Esta ofrece habitaciones privadas con baño y tiene excelentes recomendaciones. | |
| Miyajima Grand Hotel Arimoto: ¿Te va lo tradicional, pero con lujos actuales? Este solo simula ser tradicional, es un hotel bien ubicado y con lujos «del presente». | |
Os dejamos el enlace aquí a través de booking por si queréis seguir nuestro camino.
Otras actividades para hacer vinculadas con Miyajima
Para hacer un viaje redondo y conocer más sobre este entorno, te proponemos las siguientes actividades que puedes contratar con Civitatis:
| Tour privado por Miyajima: Si quieres descubrir bien bien esta isla, esta es la mejor manera de hacerlo. Un guia de habla hispana solo para ti… pero las 8 horas de tour valen 390 Euros. Ideal si sois un grupo. |  |
| Experiencia cultural en kimono en Miyajima: ¿Si no vas vestido de japonés tradicional no te sientes en Japón? Nosotros no tenemos este problema, pero quizá hay gente que sí. Además, te enseñarán a escribir tu nombre en japonés y haréis un taller de amuletos. 123,34 Euros. | |
| Ceremonia japonesa del té en Miyajima: No es solo servir el té, es todo. El tiempo, los gestos, la perfección en cada detalle. Al menos así es como lo entienden ellos. Aquí nos lo adaptan para los guiris. | |
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Alquiler de coches
Nosotros no alquilamos ningún vehículo por Japón, pero sí que hay gente que lo hizo y lo valoró como positivo. No es tan útil por ciudades, ya que no vale la pena viajar con coche allí. Sin embargo, si quieres viajar por el Japón rural, quizá sí que es buena idea.
En nuestro caso, te recomendamos esta web, donde encontrarás las primeras marcas de alquiler filtradas por el mejor precio, disponibles en todo el mundo.
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