Tiempo medio de la actividad | Desde las 17 hasta las 11h |
Franja de tiempo ocupado | Medio día |
Tiempo aproximado desde Barcelona | 1:15 h |
Ideal para: momentos románticos, escapadas, hoteles, lugares con encanto |
Vivimos una experiencia de dormir dentro de una burbuja que te permite ver las estrellas desde la cama. Vivimos sus pros y sus contras y hoy os lo traemos de primera mano.

Donde se encuentra este hotel
El alojamiento Mil Estrelles se encuentra ubicado en Cornellà del Terri, muy cerca de Girona. Este hotel dispone de diversos alojamientos: la misma masia dispone de habitaciones pero la gracia son las burbujas. A parte, el establecimiento ofrece otros servicios como tratamientos spa, un flotarium, alquiler de bicicletas, patinetes… Vaya, que puedes estar entretenido y cuidado.
Pero… ¿Cómo es esto de dormir en una burbuja?
Las burbujas están ubicadas alrededor de la masía medieval y cada una de ellas dispone de un espacio privado tipo jardín: cada zona tiene una mesita, unas tumbonas, árboles que dan sombra e incluso algunas con parking propio. No pasa nada por esto último, no hace falta. En nuestro caso no tenía y se aparca muy cerca de tu burbuja.
Este tipo de alojamiento solo está pensado para dos personas y no se admiten niños.
En sí, la burbuja es una construcción esférica con gran parte del tejado totalmente transparente. Esto dibuja varias dudas:
- ¿Se puede tapar? Sí, la burbuja dispone de un toldo eléctrico que puedes accionar y se va tapando hasta la altura que tú quieres, desde abajo hasta arriba. Está muy bien pensado.
- ¿Hay privacidad con todo abierto? Pues la verdad es que sí. Aún con todo abierto, nadie te ve, pues las burbujas están orientadas de tal modo y a tal distancia que no tienes el vecino espiando. Además, el jardín privado que dispone cada una está rodeado de una valla que también da privacidad.
- ¿Se ven las estrellas? Al principio dudábamos porqué con luces encendidas veíamos el techo muy plasticoso e incluso algo sucio de polvo, pero fue apagar las luces y empezar a vivir la auténtica experiencia. ¿Se ven? ¡Perfectamente! Ahora solo te falta pillar un día de cielo despejado…
- ¿Se deshincha? No, no se deshincha… siempre que tengamos presente nunca dejar la doble compuerta totalmente abierta. Es una regla muy fácil de cumplir y, si lo haces, no tendrás ningún problema, no tienes que tener ningún miedo sobre el tema.
- ¿Es cómoda? Muy cómoda. No estamos hablando de dormir con sacos en el suelo: las burbujas tienen mobiliario como una casa. Desde la cama (que para mi gusto era demasiada blanda, pero esto va a gustos), las mesas, mesitas e incluso un baño completo con bañera tipo francesa, todo es como una habitación de hotel. Pero un hotel con encanto. De hecho, hasta teníamos una radio que reproducía canciones americanas de la década de los años 50-60 que le daba más encanto a todo.
- ¿Y el lavabo? Es un lavabo normal con su inodoro y su bañera, todo conectado al agua corriente. No es como otros alojamientos que tienen baños extraños o exteriores: estaremos como en un hotel.
- ¿Y la temperatura? Bueno, si hay un “pero” en este establecimiento para nosotros, este es la temperatura. La burbuja dispone de un sistema de aire acondicionado/calefacción propia y no tendremos problemas durante nuestro alojamiento desde la tarde hasta el check-out… si no es que vamos en verano o primavera. En nuestro caso fuimos en mayo y hacía calor. Estuvimos genial, pero a las 11 la misma burbuja crea un efecto invernadero que genera un calor insufrible en su interior. ¡Casi que ella misma te finaliza la experiencia y te echa! Pero bueno, ya era la hora de salir.
- ¿Hace ruido la máquina que hincha la burbuja? La entrada de aire se encuentra entre las dos puertas de entrada y la máquina está alejada. La respuesta, sin duda, es que no hace ruido. Ni la notamos.
- ¿Incluye “amenities”? Si, incluye de todo. Tienes toallas, jabones, champú, crema hidratante… No incluye zapatillas desechables o limpieza dental.
- ¿Y el trato personal? Genial. No podemos definirlo de otro modo. Un equipo de personas te da la recepción al lugar, te lo presenta, te explica el origen y el funcionamiento, te enseñan otros tratamientos de los que disponen en la masía e incluso te invitan a una copa de vino que puedes elegir entre blanco o tinto en el interior de la masía. En todo momento fueron muy atentos y simpáticos.




La comida incluida y el desayuno
Hasta antes del covid, las comidas se servían en la masía. Pero, tras la pandemia, los responsables vieron que los clientes preferían hacer su vida aislados en su burbuja, literal. Por ello, actualmente solo los residentes de la masía comen en ella, mientras que “los burbujeros” tienen un servicio que les trae la comida. Tanto la cena como el desayuno te lo dejan en la compuerta.
¿Qué tal la cena? Bien. La presentación es muy buena, pero no le podemos dar una gran puntuación, esperábamos más. Pero no está mal. Sospechamos que, por ejemplo, el gazpacho quizá era directamente de compra por su sabor. Pero el plato principal estaba más trabajado. El postre también era correcto, pero por ponerle una pega estaría bien poder escoger un poco: había un postre de chocolate y uno de queso. ¡Suponemos que en el mundo hay gente normal y gente a la que no le gusta el chocolate! Fuera bromas: cada uno es muy de sus gustos y en nuestro caso somos muy chocolateros, nos hubiese gustado tener dos de chocolate.
¿Qué tal el desayuno? Este nos gustó más. Era bastante abundante, no era el típico desayuno que te haces en casa. Había de todo: fruta, cruasanes (¡y algunos de chocolate!), embutido, pan, mermelada, yogurts, zumo…


En resumen…
Es una muy buena experiencia que recomendamos. Nos gustó tal y como la vivimos en el Mil Estrelles de Cornellà del Terri, de modo que os la recomendamos. Por si hay alguna duda, nada de esto está patrocinado, así que es una opinión sincera.
Os dejamos un enlace del hotel (www.milestrelles.com), en el cual no ganamos nada ni tiene enlace referido. Ya sabéis que intentamos daros experiencias e ideas para que viajéis diferente y sobretodo viváis la única vida que tenemos.


