Tiempo medio de la actividad | 1,5 horas |
Franja de tiempo ocupado | Medio día |
Tiempo aproximado desde Barcelona | 35 min |
Ideal para: amantes historia, modernismo, arquitectura |
Si alguien escribe un libro de Modernismo y no quiere poner una obra de Gaudí, posiblemente optará por la Masia Freixa. Espectacular.
Hoy os traemos una visita hecha en plena Fira Modernista, de modo que además de bonito estaba todo ambientado. Eso sí, también estaba bastante lleno, pero os lo recomendamos (tanto la visita como la Fira).
La Masia Freixa fue, originalmente, una fábrica textil. Sin embargo, entre 1905 y 1910, el industrial Josep Freixa optó por reconvertirla en su casa. Para hacerlo, le pidió al arquitecto Lluís Muncunill i Parellada que lo diseñara, y este hizo una de las joyas más espectaculares y más extremas del Modernismo. Si las fotos os parecen curiosas, cuando te encuentras dentro aun es más sorprendente.
Breve historia de la Masia Freixa
Estamos en el siglo XIX. La revolución industrial británica ya se ha extendido por todo el mundo y estamos ya viendo la expansión de la segunda revolución industrial (electricidad, gas, teléfono…).
En Catalunya, la industria se encuentra en pleno boom: desde las fábricas en las ciudades hasta las colonias. El dinero se nota y se quiere lucir delante de todos (bueno, se nota en los bolsillos de algunos, otros malviven). Los señores quieren destacar y, como siempre, la casa es el aparador de miradas.
Josep Freixa i Argemí, industrial de la ciudad más industrial de Catalunya, tenía, como no, una industria en ella. Se trataba de una fábrica de hilaturas que posiblemente ya no necesitaba o había trasladado (lo desconocemos). Pero el terreno, muy cercano a la Rambla y al centro, lo quería aprovechar.
Posiblemente este industrial tenía ganas de ser muy original o quizás destacar más que ningún otro. Le encargó a un ferviente fan de Gaudí, Lluis Muncunill, que dirigiera el proyecto. El resultado fue espectacular.
Qué vemos hoy en la Masia Freixa
Ubicada en el Parc de Sant Jordi, podemos acceder a la Masia Freixa desde la misma Plaça de Josep Freixa (lo más cercano a Rambla d’Egara, está solo a cinco minutos). Solo acercarnos ya veremos este edificio espectacular y original, con su torre de cuerpo octogonal de cuatro niveles.








La casa, con un tejado hecho en volta catalana (que también veremos en otros edificios de la ciudad como el Museu de la Ciència i la Tècnica) además destaca por contener pequeños cristales y ser de un color gris, muy a juego con su muro blanco. Otro detalle que impresiona es el uso del arco parabólico. Podríamos estar veinte párrafos describiéndoos el edificio, pero os diremos básicamente que es mejor que lo visitéis vosotros.
En nuestro caso, pudimos acceder a la planta baja del edificio. También se podía acceder a la planta alta pero la cola y los niños no nos dejaron. Se puede acceder gratis, pues allí se encuentra la oficina de turismo. Una vez dentro, podremos ver como se distribuyó la casa e incluso una reproducción de la vida señorial con maniquís y objetos de la época. Es bonito, pero lo espectacular esta fuera.






En nuestro caso, pudimos acceder a la planta baja del edificio. También se podía acceder a la planta alta pero la cola y los niños no nos dejaron. Se puede acceder gratis, pues allí se encuentra la oficina de turismo. Una vez dentro, podremos ver como se distribuyó la casa e incluso una reproducción de la vida señorial con maniquís y objetos de la época. Es bonito, pero lo espectacular esta fuera.
Os recomendamos que lo visitéis, que os hagáis fotos, que dejéis jugar a los niños por allí, correteando por los jardines o por las múltiples formas zigzagueantes de la casa, para ellos todo es un juego. También para nosotros.