Nos encontramos ante la ciudad más “nazi” de la época, el estandarte del nacionalsocialismo en el que Hitler quiso poner el foco. ¿Eso quiere decir que la población estaba más a favor del movimiento ultra? No. Esta afirmación esconde una afirmación más profunda que poco a poco iremos desvelando. Pero hoy, a parte de estas historias, os traemos una guía con los lugares más vinculados a esta parte de la historia y a la de la Segunda Guerra Mundial, que fue el resultado de la historia nazi.
Por qué Núremberg era la ciudad más afín a Hitler
Impacta ver que Núremberg era el estandarte del nazismo, por encima de Berlín, capital de Alemania. Sin embargo, esto viene dado por el interés de Hitler de enfocar el glorioso pasado medieval para dar mayor peso al sentimiento “alemán”.


En la época medieval, Núremberg fue la ciudad en que el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico hacia sus dietas tras ser elegido o cuando él estimaba. Traducido rápido: las dietas eran como una especie de reunión de reyes y cargos importantes tanto de la zona como de Europa en general. Esto, por ejemplo, también incluyó en su momento algún rey de España. Pues Hitler quiso hacer lo mismo en su versión del siglo XX.
Para ello, designó Núremberg como la sede de congresos del partido nacionalsocialista, reivindicando el pasado glorioso y “ultra-alemán” medieval de la ciudad. Estos congresos aglutinaban la clase dirigente del partido, así como una gran masa de seguidores (miles de seguidores). Los gerentes de la ciudad (consistorios y otras representaciones de poder) apoyaron tal “oportunidad”, pese que tampoco contaba con el apoyo popular global.
El pasado nazi en un tour por Núremberg
Ya os contamos el pasado medieval de la ciudad en un tour, ahora nos centraremos en escenarios del siglo XX vinculados a la etapa de auge del partido nacionalsocialista y del posterior declive tras la guerra. Básicamente veremos tres escenarios: uno para el auge del partido, otro para el momento de la guerra y un último con el desenlace de la guerra.
Quizá te interese conocer más sobre el Nuremberg medieval en este artículo.
El escenario de los meetings, el coliseo frustrado y alrededores
Si hay un lugar que representa ese pasado glorioso del partido, este lo encontramos en el Zeppelinfeld y alrededores. Para ello, deberemos desplazarnos en tren en un trayecto que dura aproximadamente unos 20 minutos en tren desde el centro.
Cómo llegar al Zeppelinfeld
Debemos llegar a la estación central de Núremberg, Nürnberg Hauptbanhof, y cogeremos la línea S3 hasta Nürnberg Frankenstadion. Podemos llegar con el mismo bono sencillo que vale 3,20 Euros/persona.
Una vez allí, simplemente bajamos de la estación y torcemos a la izquierda. En seguida veremos el Zeppelinfeld, ya que es una construcción muy grande.
Qué veremos en el Zeppelinfeld i alrededores
La zona es muy grande, por lo que, si vas a pie, como fue nuestro caso, puede que te quede demasiado grande. Lo ideal podría ser ir en bici, ya que además es una zona llena de parques. Pero si solo vas a ver el Zeppelinfeld, con ir a pie ya vas bien.
Allí veremos los restos de lo que antaño fue el escenario de las grandes convenciones que el partido nacionalsocialista obrero montó. Concretamente, montaron una cada año desde 1933 hasta 1939 en Núremberg.
Puede que el pasado nazi no sea muy apreciado, puede que este punto quede lejos del foco turístico habitual de la ciudad. El caso es que está muy abandonado y unos carteles advierten del riesgo de subir a la infraestructura. De todos modos, para nosotros que somos unos aficionados a la historia, nos encantó poder verlo de cerca. Si observáis las fotografías, en nuestro caso todo estaba cercado: estaban preparando una carrera automovilística.



Cerca de Zeppelinfeld podemos ver un macroproyecto de Hitler, de esos que tanto le gustaban. Su idea era hacer un coliseo inmenso, tipo el Coliseo de Roma, donde instalar un centro de congresos. Aunque inacabado, hoy día es el edificio más grande construido bajo el gobierno de Hitler. Hoy podemos visitar el Dokumentationszentrum Reichsparteitagsgelände, que traduciremos rápidamente a una biblioteca de documentos de esta etapa histórica.
No lo visitamos por falta de tiempo, pero esa zona está llena de espacios vinculados con el régimen. El Ehrenhalle es un monumento en honor a los soldados caídos de la I Guerra Mundial que posteriormente también fue un lugar de rituales del partido nazi. También hay el Luitpoldhalle, donde se hizo el congreso de 1934, que fue destruido durante la guerra y hoy es un parking. O el mismo parque de Silberbuck, donde Hitler proyectó un gran circo romano que se quedó construido solo en los cimientos y, posteriormente, se transformó en el vertedero de residuos de la posguerra.




Todo ello dispone de carteles informativos que informan al visitante, pero no se ha preservado con especiales ganas, suponemos que por motivos evidentes.
Visita a los Búnkers
En la misma plaza donde se encuentra la casa de Albert Dürer podemos encontrar un museo que conserva los búnkers donde se escondieron las obras de arte más importantes. Se llama Historischer Kunstbunker.
Debemos pensar que la aviación aliada se encarnizó especialmente con la ciudad, destruyendo casi un 90% de los edificios. Dicho de otro modo: lo que vemos hoy probablemente tenga menos de 70 años pese a parecer medieval (aunque en realidad se reconstruyó).
En nuestro caso no podemos daros una opinión personal, pues no pudimos entrar por un motivo: el frío. Nos explicamos. Visitamos la ciudad en Junio, en plena ola de calor y con niños. Nuestra ropa era adecuada para la temperatura exterior. Sin embargo, si visitáis el lugar en la puerta ya te informan que la temperatura oscila entre los 10-16ºC y la durada aproximada es de una hora. No íbamos preparados.
De todos modos, la visita tiene muy buenas opiniones y nos quedamos con las ganas de verla.
El escenario de los Juicios de Núremberg
Este sí que lo visitamos todo. Os hacemos un spoiler rápido: no es para niños. Entre que hay mucho texto, mucho audio, la visita es muy poco interactiva y que surgen imágenes de ejecutados y víctimas de campos de concentración, no fue la mejor visita para los niños. Pero dejando a un lado esto, es una buena visita.
Para llegar a los juzgados, debemos coger la línea U1 de metro y bajar en Bärenschanze. Una vez allí caminaremos 5 minutos hasta llegar a los juzgados. Actualmente es una visita-museo y se pueden pedir las audioguías que vienen incluidas con el precio de la entrada.

La primera parada será en la sala 600, donde se juzgaron los principales responsables del partido nazi. Anteriormente, tras perder durante la I Guerra Mundial, por primera vez se pidió que los responsables del conflicto (los perdedores, vaya) pasaran por un tribunal. Sin embargo, esta primera vez fue un desastre, ya que nadie acabó en la cárcel. Esta vez, los aliados escogieron hacerlo bajo un tribunal internacional y en la ciudad de Núremberg: por motivos prácticos (estaban ya en Alemania) y simbólicos (ser la favorita del partido nazi).







Después de ver la sala, la siguiente parada será una planta superior. Allí aportan muchísima información mediante paneles guiados, la audioguía y proyecciones. También se ven algunos elementos físicos como el banco de los acusados o la máquina de aire de la sala. Advertimos ya que algunas de las imágenes son muy duras. Y con esto finaliza la visita.
Algunas rutas recomendadas
Os recomendamos las siguientes rutas de la mano de civitatis si vais a visitar la ciudad de Núremberg:
Un comentario en “El Núremberg nazi y post-nazi”