La ciudad del Patrimonio de la UNESCO que te sorprenderá
Muchas veces admiramos ciudades extranjeras con edificios históricos que han sido publicados por instagramers o anunciados en postales. Son iconos que nos llaman la atención. Pero ignoramos los iconos que tenemos mucho más cerca, quizás olvidados por el marketing o de los que no se ha hecho difusión por medios más actuales. Teruel, con su patrimonio incluido dentro del catálogo de la UNESCO, es un ejemplo. Su arte mudéjar sorprende cuando lo tienes ante tus ojos y descubres que olvidada tenías esta ciudad en tu mapa mental.
Hoy, en este artículo, nos internamos expresamente en ese Patrimonio de la Humanidad y sobretodo este espectacular arte mudéjar. No saldremos de la época medieval para poder profundizar un poco más que un artículo más general de las cosas que ver en Teruel, ese ya lo tenemos en otro artículo.
Breve historia medieval de Teruel
Siglo XII. Una vez más, nos encontramos en plena guerra entre musulmanes y cristianos, concretamente en la reconquista por parte de estos últimos. Los musulmanes se han hecho fuertes en Valencia y amenazan las posiciones cristianas. Los cristianos deciden reforzar su frontera y necesitan una villa fuerte y repoblada: nace Teruel.
En este caso, los cristianos optaron por hacer nacer una ciudad nueva y no optar por el “renacimiento cristiano” de una ciudad conquistada. Se cree que, donde hoy encontramos la ciudad, antes había una construcción musulmana, pero posiblemente solo era una torre de vigilancia.
Y para hacer una ciudad nueva y repoblarla hace falta iniciativa y dar fueros especiales a los nuevos habitantes. ¿Qué son estos fueros? Privilegios que tendrán en comparación con zonas más seguras y lejos de la frontera. Sino, ¿Por qué vivirías a tocar del frente, con el riesgo de muerte o rapto para esclavitud (por parte de los musulmanes) que eso conlleva?
Una vez creada, toca defender la ciudad con suficientes medios para hacer frente embates de los musulmanes en tierras cristianas. Para ello, Teruel se dotó de diversas torres inusualmente altas para la época, así como campanarios y murallas desde donde también se defendía la ciudad.
Tras la conquista cristiana de Valencia, en 1238, Teruel se alejó de la frontera musulmana-cristiana, pero se vio inmersa en guerras entre cristianos, de modo que sus torres y murallas no dejarían de usarse. Sin embargo, eso no impidió que la ciudad llegará a tener 6.000 habitantes antes de enfrentarse a otro letal enemigo: la Peste.
El arte mudéjar de Teruel
Pero lo que hoy admiramos más en Teruel no nace por guerras, sino por convivencia. La historia siempre pone la luz en las grandes contiendas y en los movimientos de poder, pero detrás hay otras historias menos agresivas y más agradables que olvidamos, y el arte mudéjar es un ejemplo.
La frontera entre religiones va bajando hacia el sur, y por el camino un gran número de habitantes musulmanes queda dentro de territorio cristiano. Aunque en muchos momentos fueron perseguidos o coartados, en otros se les permitió profesar su religión con ciertos cambios o adaptaciones: estos musulmanes fueron los llamados “mudéjares”, de donde viene el nombre del arte.
Los mudéjares trabajaban principalmente en la agricultura y en la construcción. Precisamente en este último oficio desarrollaron el arte mudéjar: una suma entre el estilo románico/gótico cristiano y el estilo musulmán. Así, hoy vemos en estas construcciones elementos como ventanas románicas con techumbres de madera y decoración de cerámica vidriada musulmana. ¡Y queda perfectamente!


Lo más curioso es que este ejemplo de estilo fusión solo lo encontramos en España: es un estilo propio y Teruel es la ciudad donde más lo encontraremos. Por ello, en 1986 pasó a formar parte del Catálogo de la UNESCO.
Posteriormente, ya en el siglo XX, los arquitectos modernistas reclamarán este pasado mudéjar con el estilo neo mudéjar: inspirado en el estilo antiguo, pero con técnicas constructivas nuevas y fusionándolo a los gustos de ese siglo concreto. Pero ya queda fuera del ámbito de este artículo.
Qué visitar en Teruel de la época medieval y mudéjar
Vamos directamente a la visita: qué nos encontraremos hoy en Teruel que nos recuerde esa época de nacimiento de la ciudad, de la vida durante esos siglos y de ese estilo mudéjar tan personal. Os proponemos los siguientes puntos.
Catedral de Santa María de Medieavilla
Plaza de la Catedral
Construida en el siglo XII, esta catedral es uno de los dos ejemplos de catedralos construidos en estilo mudéjar. Si la analizamos por fuera, la Torre de San Pedro, las diversas cúpulas y torreoncillos o la puerta principal nos muestra el más claro ejemplo del arte mudéjar y su belleza.




La torre-campanario se empezó a construir en 1257 y de las torres que vemos en Teruel es la más ornamentada, sobretodo porqué tiene un cuerpo más grande en la parte superior que en la base. Destaca el uso de azulejos y cerámica vidriada, un elemento decorativo muy influenciado por la cultura musulmana.
Pero algo que nos encantó y por lo que destaca esta iglesia respecto al resto es el techo de madera de la nave principal, con un nivel de detalle tan espectacular que la asemejan a la Capilla Sixtina del mudéjar. Fuera de tópicos, vale la pena verlo.



No queremos alargarnos mucho más para no hacer este artículo inmenso, de modo que solo destacaremos que en su momento se supone que se encontraron enterrados allí dos personas que identificaron como a “Los amantes de Teruel”, esta historia-leyenda a la que dan tanta importancia en esta ciudad.
La Catedral la podemos visitar en horario de visita (verano de 9:30-20:30 e invierno de 10 a 14 h y de 16 a 20 h), por un precio general de 8,5 Euros. O podemos ir en domingo, que es horario de misa, y es gratis (aunque no podremos ver ciertas partes, pero si el cuerpo principal, capillas, cripta y el claustro).

Basílica y torre de San Pedro
C. de Matías Abad
Construida en el siglo XIV, esta iglesia también nos sorprenderá. Por fuera, una cúpula de estilo mudéjar la hace totalmente diferente a otras, pese a que el resto más o menos nos puede parecer familiar a las iglesias que vemos en el resto de territorio nacional. La torre-campanario, en concreto, es el exponente más antiguo del mudéjar turolense, ya que fue construida en el siglo XIII al lado del edificio original. Lo que vemos hoy es del siglo XIV.
Pero lo que nos sorprenderá, sobretodo, es el tejado de la basílica, con un fondo verde intenso que difícilmente encontraremos en otros templos. También tiene un claustro gótico/mudéjar que es contenido, pero tiene su especial atractivo, con los ladrillos de obra vista que lo hacen diferente al típico claustro gótico de piedra.












Podemos acceder a la basílica con la misma entrada del Mausoleo de los Amantes de Teruel. El precio general es de 9-10 Euros (un poco caro, la verdad). La visita finaliza en esta iglesia, de hecho. Esta visita la podemos hacer libre (nosotros optamos por esta) o guiada. Si queremos subir a la torre de San Pedro, solo lo podremos hacer con la visita guiada.
Torre de San Martín
Plaza Pérez Prado
Esta torre, también dentro del Patrimonio de la UNESCO, fue erigida en 1316 en la actual plaza de Pérez Prado. También es un claro ejemplo del estilo mudéjar, con su espectacular decoración y su imitación en parte a un minarete almohade. Podemos pasar por debajo ya que hay una calle que la cruza. Junto a las otras torres, su labor principal era la de defensa de la ciudad… ¡pero con estilo! Pues la decoración es increíble para ser una estructura de uso militar.



Torre de la iglesia de San Salvador
Calle del Salvador, 7
Otra torre estilosa que es ejemplo del arte mudéjar y patrimonio de la UNESCO. En este caso se construyó en el siglo XIV, cuando la población mudéjar (musulmanes en tierra cristiana) aún convivían con el resto de ciudadanos. La encontramos en calle del Salvador, la cual pasa por debajo de la misma torre.

Plaza del Torico
Es el centro neurálgico de la población. Vayas donde vayas, acabarás pasando por allí. De hecho, las leyendas dicen que un toro paró justo aquí y marco donde debían empezar a construir la nueva ciudad. Sí, es una de esas leyendas difíciles de creer.
En todo caso, la plaza es el icono de la ciudad, muy por encima del mudéjar, cosa que nos sorprende, pues lo vemos mucho menos espectacular. Pero sí que ese “torico” tiene mucho de icónico.



Volviendo al ámbito medieval, en esta plaza veremos una plaza con muchos porches que fue en su momento también el centro de la localidad. De hecho, su nombre original no es la plaza del Torico, sino la plaza del Mercado o la Plaza Mayor de Teruel… cosa que ya nos hace pensar la importancia de esta plaza en tiempos medievales. Os lo contamos en un artículo concreto.
Convento de Santa Clara
Plaza de Cristo Rey
Este monasterio no es demasiado espectacular, pero tiene un aire entre medieval y de época moderna con su plaza y su campanario sencillo en forma de espadaña. Fue fundado en 1347 por la reina de Aragón Leonor de Sicilia y, hasta el siglo XVII, fue el único monasterio femenino donde acababan las hijas de las élites locales (era más barato que pagarles una dote). Gran parte del edificio fue reedificado en el siglo XVII.


Desconocemos si realmente tiene un horario o solo abre por misas. En nuestro caso, pudimos acceder a él un sábado a las 19h, pero también nos encontrábamos en medio de unas fiestas medievales.
Los aljibes
Calle Ramón y Cajal, 1
Esta tremenda obra de ingeniería subterránea nos cuenta como la ciudad solucionó su problema con el abastecimiento de agua. Aunque en tiempos de paz la ciudad tiraba con el agua de ríos y acequias de alrededor, en tiempos de guerra y asedios debían lograr agua sin salir de las murallas. Para ello inventaron un conjunto de aljibes o almacenes subterráneos que recaptaban y almacenaban el agua de lluvia para después distribuirla por las fuentes municipales.



Posteriormente el sistema quedó en desuso con la construcción del acueducto, pero ya fue en época Moderna. Hoy podemos visitar tanto los aljibes como el acueducto. Recomendamos entrar en los aljibes pese a que tiene un precio menor de 2 Euros (vale la pena). Allí profundizaremos más sobre esta infraestructura civil/militar, algo menos habitual en nuestras visitas a cosas medievales. El acceso está un poco escondido, en calle Ramón y Cajal 1, parece una entrada de parking.
Tenéis más detalles tanto de los aljibes como del acueducto en este artículo de Teruel y su suministro de agua.
Si queréis, podéis comprar una entrada combinada para ver aljibes y murallas por 2,50 Euros.
Murallas de Teruel
Calle San Miguel, 6
También podemos visitar una parte de la muralla de Teruel desde la parte superior y por el Torreón de la Lombardera por un coste de unos 2 Euros. El acceso se hace desde Plaza San Miguel, 6. En nuestro caso no entramos, pero hay buenas opiniones. Nosotros optamos por verlas por fuera y ya nos pareció suficiente.


Estas murallas datan de los siglos XIV y XV y disponían de siete puertas que daban acceso a la ciudad. El paso del tiempo ha eliminado una gran parte, pero hoy podemos ver bien el lado donde se encuentra el acueducto. Eso sí, la restauración de gran parte de ella se hizo con un cemento que no encaja nada con el conjunto medieval, optando por marcar que hay nuevo y que hay viejo. En nuestra opinión, más vale marcarse un “Carcassone” y hacerlo parecer todo medieval, aunque sea construcción posterior. ¡Aunque engañe, nos gusta imaginarnos realmente en la Edad Media!
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Un comentario en “Teruel medieval: el mejor mudéjar”