Casa Batlló: 7 curiosidades que no debes perderte

¿A quién pertenece hoy la casa y por qué es tan higiénica? Esta y otras curiosidades respuestas

Te encuentras en Barcelona y decides que debes visitar la Casa Batlló. Nos parece una buena idea, pese al sobreprecio de la entrada. Pero nosotros también somos unos amantes de la arquitectura de Gaudí y entendemos que a veces las cosas buenas se pagan.

En este artículo ya os contamos cómo es la visita a la Casa Batlló, precios y horarios. Hoy nos centraremos en aportaros información extra para la visita.


Si quieres profundizar en la visita a la casa Batlló, te recomendamos el artículo ¿Vale la pena entrar a la casa Batlló? Nuestra opinión tras visitarla


  1. 1.      Paseo de Gracia: el Facebook de la época
  2. 2.      El edificio no fue originalmente de Gaudí
  3. 3.      Una residencia familiar pero que también es un negocio
  4. 4.      El modernismo representado en su extremo
  5. 5.      Un mundo de fantasía en la cabeza de Gaudí, reflejado en esta casa
  6. 6.      Un ejemplo de la arquitectura “higiénica”
  7. 7.      La luz natural hace un espectáculo diferente a cada hora
  8. 8.      Los antiguos dueños de Chupa Chups, actuales propietarios
  9. Actividades civitatis recomendadas
  10. Otros artículos que pueden interesarte

1.      Paseo de Gracia: el Facebook de la época

Si hablamos de entramado urbano, el Passeig de Gràcia se convirtió en una arteria principal que conectaba el centro de la ciudad con los barrios residenciales y comerciales. Pero la gracia de Passeig de Gracia no era esa… sino el lucimiento.

Muchas familias adineradas y burguesas de Barcelona eligieron esta avenida para construir sus residencias, lo que llevó a la construcción de elegantes casas y mansiones. Todo burgués que quería lucir algo nuevo (un carro, un coche, vestidos importados, etc.) lo hacía en Passeig de Gràcia, era como un aparador burgués. Y ¿Qué mejor manera de estar al día que vivir en pleno Passeig de Gràcia?

2.      El edificio no fue originalmente de Gaudí

Antes de la intervención de Antoni Gaudí, el edificio que ocupaba el lugar donde se encuentra la Casa Batlló era una estructura residencial convencional de mediados del siglo XIX. Fue diseñada por el arquitecto Emili Sala i Cortés en 1877.

La construcción original era un edificio de cuatro pisos que seguía un estilo arquitectónico típico de la época, con fachada neoclásica y elementos ornamentales más tradicionales. No tenía características destacadas ni llamativas y era similar a otros edificios residenciales de la zona.

Pero si quieres destacar entre los ricos, debes hacer excentricidades de rico… como darle carta blanca a un extravagante arquitecto llamado Gaudí.

3.      Una residencia familiar pero que también es un negocio

La Casa Batlló, como muchas otras en l’Eixample, estaba concebida para hospedar a la familia propietaria pero también alquilaba otras plantas a otros inquilinos.

Normalmente los propietarios optaban por la planta principal (que, con el invento del ascensor, poco a poco iría siendo el ático). La primera, segunda y hasta tercera planta eran alquiladas, mientras que la parte superior era para el servicio o zona de trabajo de estos (tendederos, zona de lavado, etc.).

El alquiler de estas plantas suponía, para la familia propietaria, un nuevo ingreso a sus arcas.

4.      El modernismo representado en su extremo

A veces, tendemos a pensar que el modernismo es todo así: curvas y más curvas y formas sobrecargadas. Pero no, el modernismo, como buen ejemplo de movimiento artístico, pasó por distintas fases.

En una primera fase no se atrevió a tantas “locuras”, sino que trataba de mejorar a su estilo anterior: el historicismo. El historicismo trataba de reflejarse principalmente en épocas clásicas, con formas que recordaban más la época romana. Era el neoclasicismo, muy sometido a que todo fuera simétrico y cumpliera unas formas con grandes columnas.

El modernismo mató esa forma tan regular y quiso evocar una época más medieval, ya que quería recordar el poder medieval (en este caso de Catalunya). Un ejemplo de este modernismo está justo al lado de la Casa Batlló: la casa Amatller. ¿Y cómo pueden ser tan diferentes, pese a ser casi de los mismos años?

Barcelona - Casa Amatller - casa Batlló fachadas
Barcelona – Casa Amatller – casa Batlló fachadas

Gaudí empezó también así con sus primeras obras, como la Casa Vicens, pero ya en el Palau Güell empiezan sus locuras. La naturaleza podía llevarse más el extremo y así, con formas mucho más orgánicas y endiabladas, Gaudí experimentó el esplendor del modernismo. Pero como buen genio, Gaudí también fue muy avanzado a su tiempo y fuertemente criticado por estas formas tan exageradas.


Si quieres saber más sobre el modernismo, te recomendamos este artículo sobre 10 curiosidades del modernismo.


5.      Un mundo de fantasía en la cabeza de Gaudí, reflejado en esta casa

Gaudí fue un personaje diferente a todos. Nunca contrajo matrimonio, ni tuvo ningún hijo. Tampoco era hombre de grandes eventos, sino más bien todo lo contrario: estuvo obsesionado en sus proyectos arquitectónicos.

Por tanto, podemos suponer que dentro de la cabeza de Gaudí había un gran mundo imaginario y representativo, el cual se representaba en sus obras. También fue una persona muy creyente. Y la Casa Batlló es uno de esos grandes ejemplos, en el que se combina un mundo de fantasía y naturaleza con símbolos del cristianismo.

La Casa Batlló simboliza la creatividad, la innovación y el estilo distintivo del arquitecto Antoni Gaudí. Como muchas de las obras de Gaudí, la Casa Batlló es una expresión de su visión única y su enfoque revolucionario en el diseño arquitectónico.

A nivel simbólico, la fachada de la Casa Batlló representa la naturaleza y el mar. Los balcones con forma de huesos retorcidos se asemejan a las ramas de árboles o las formas orgánicas encontradas en la naturaleza. La fachada ondulante evoca la imagen del movimiento del agua, creando una conexión con el entorno marítimo de Barcelona. Gaudí consideraba que incluso los elementos funcionales de un edificio podían tener una estética especial y contribuir a la belleza global de la estructura.

La azotea o el patio interior, con sus estructuras que parecen escamas de dragón, representa la imaginación y la fantasía. Gaudí tenía una inclinación por los elementos fantásticos y mitológicos en su diseño, y la Casa Batlló no es una excepción. Estos detalles agregan un toque de magia y originalidad al edificio. En el extremo derecho del tejado, se encuentra una estructura en forma de dragón que representa la espada que Sant Jordi clavó en el dragón en la leyenda catalana.

En general, la Casa Batlló simboliza la capacidad de Gaudí para desafiar las convenciones arquitectónicas y crear obras únicas que trascienden el tiempo y el espacio. Es un símbolo del modernismo catalán y una representación del genio creativo de Antoni Gaudí.

6.      Un ejemplo de la arquitectura “higiénica”

Una característica del modernismo (o movimientos similares de la época) es que los arquitectos procuraron una mejora de los edificios y entramados urbanos desde un punto de vista higiénico. Antes de esto, las calles, literalmente, eran una especie de vertedero sin cloacas o con cloacas poco dimensionadas.

Un ejemplo de ello es que a los ciudadanos de Barcelona se les llamaba de “Can Fanga” (Fang es barro en catalán), haciendo referencia a que todas las calles estaban embarradas y poco limpias.

Por ello, ya con el Pla Cerdà, se trató de buscar un entramado urbano donde las calles fueran lo suficientemente amplias como para que el sol llegara a todas las plantas del edificio. También se equiparon de muchos árboles todas las calles para mejorar la calidad del aire. En cuanto a las casas, cada vez más se buscaba que estuvieran aireadas y con luz en su interior.

Y aquí entra nuestro arquitecto protagonista: Gaudí implementó un sistema de ventilación innovador en la Casa Batlló. Los patios interiores y los huecos de las escaleras permiten que el aire circule de manera natural, favoreciendo la ventilación cruzada y la entrada de luz natural en todas las partes del edificio. Un ejemplo de ello lo vemos en el pasillo del desván.

También equipó esta casa con espacios fluidos: La distribución interior de la Casa Batlló presenta una fluidez y continuidad entre los espacios, lo que crea una sensación de movimiento y libertad en contraste con los diseños convencionales de la época.

7.      La luz natural hace un espectáculo diferente a cada hora

Y la luz no solo actúa con motivo “higiénico”, sino que también trata de provocar emociones. Los azulejos en la fachada de la Casa Batlló están diseñados de tal manera que reflejan la luz de manera diferente según el ángulo y la posición del sol, creando un efecto visual cambiante a lo largo del día.

8.      Los antiguos dueños de Chupa Chups, actuales propietarios

En 1954, tras la muerte de Josep Batlló, la viuda y los herederos decidieron vender el inmueble. Tras esta venda, el inmueble ha pasado por las manos de La Caixa hasta 1993, cuando la adquirió el Consorcio de la Casa Batlló. En 2002, la sociedad de la familia Bernat, expropietarios de Chupa Chups, adquirieron esta propiedad hasta hoy.

Actividades civitatis recomendadas

Para profundizar en tu visita, dispones de estos tours a través de Civitatis con los que conocerás de manera mucho más profunda y personalizada la estampa de Antoni Gaudí en Barcelona. El precio es orientativo, debes visualizar los detalles haciendo click en el enlace.

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Autobús turístico de Barcelona (33 Euros)

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