Te descubrimos las tres principales atracciones de Sagunt
Cuando viajamos hacia València desde el norte hay una fortaleza que nos llamará especialmente la atención por su tamaño y su ubicación en lo alto de una colina: se trata del castillo de Sagunt. Hoy os invitamos a visitar esta localidad, llena de historias y con algunos lugares especiales.
Se trata de una localidad mediana (la 10ª más grande de la comunidad) ubicada a pocos quilómetros de la capital del Turia, de modo que si os encontráis por la zona es un buen lugar que visitar. En nuestro caso optamos por verlo cuando nos íbamos de regreso a Barcelona. En menos de un día lo tienes hecho, aunque sí que es cierto que no profundizas como un nativo del lugar te exigiría. ¡Pero somos turistas y vamos con la agenda hecha!
Os proponemos la visita a los siguientes tres lugares, los cuales nos gustaron más que otros.
La judería
Al ser una localidad con tanta historia, no podemos olvidar su pasado medieval y, en concreto, su pasado judío. Ya en su momento os contamos cómo era la convivencia entre judíos y cristianos con nuestro artículo “judío amado, judío apreciado”. Lo que vemos aquí es la constatación de estos hechos: un barrio céntrico, pero, a su vez, apartado y con sus propias puertas.
En el caso concreto de Sagunt, el barrio de la judería tenía especial importancia porqué los hebreos fueron expulsados de la ciudad de València. Estos optaron, en parte, por ubicarse aquí.
Hoy podemos caminar por sus callejuelas de casas blancas, por las que en muchas no cabe ni un coche. Al ser con un poco de pendiente, las hace incluso más fotogénicas.
Destacan algunos puntos como el Portalet de la Sanch o la calle Segovia.



El teatro romano
Menudo tesoro nos ofrece Sagunt: un teatro romano de los que quedan pocos en la Península (existen unos 20 por la península). Construido en el siglo I a. C., hoy podemos ver un teatro instalado en la oqueda de una roca. ¡Pero es un poco falso! Aunque lo vemos hoy muy bien, en realidad lo que vemos es una reconstrucción basándose en estudios de cómo era. Eso sí, por dentro está bastante bien construido. No por fuera, que se ha hecho con un edificio de obra vista que no pinta nada… En todo caso, es como un teatro nuevo construido sobre los restos del original.
Podéis entrar a él por el carrer vell del castell, es gratis. Podía acoger a 8.000 espectadores y hoy en día aún permite hacerse algunos espectáculos (suponemos que con menos público para su bien).
Para los romanos, poseer un teatro era un privilegio que solo ciertas ciudades podían permitirse. El hecho de ser nombrado municipium el año 214 a.C. permitió construir este edificio y un gran circo. Incluso hay documentos de un posible anfiteatro… pero con la caída del imperio romano y la ruralización de los tiempos Visigodos, muchas obras fueron destruidas.
En el exterior, también en el Carrer Vell del Castell, veremos un antiguo cementerio medieval judío con fosas enclavadas en la misma piedra, el llamado Hipogeus.





El castillo
Ubicado en la parte alta del municipio, esta claro que el castillo era quien defendía la zona y administraba el territorio. ¿El orígen? Pues os pueblos íberos… de modo que no podemos dar una fecha concreta. El caso es que, tras ellos, cada pueblo que ha conquistado la zona se ha servido de esta fortaleza para administrarla. Como todos los castillos, ha tenido épocas mejores y peores, con algunos moradores que lo mejoraron y otros que quisieron destruirlo para evitar que cayese en manos enemigas.
Hoy lo podemos visitar libremente: la entrada es gratis. Justo al entrar encontraremos un museo donde nos narra la historia de todos y cada uno de los huéspedes que ha tenido. Es interesante, aunque nosotros, con niños, no pudimos profundizar como es debido en la lectura que propone el museo.
También podemos caminar por las distintas zonas del castillo. Es inmenso. Aunque por dentro está bastante destruido, las murallas las conserva bastante bien. Si disponéis de tiempo vale la pena visitarlo. En las mismas puertas del castillo también encontraremos un cementerio judío.




Sagunto es más que estos tres lugares
Existen otros lugares interesantes dentro de la población, como sus iglesias, ermitas o incluso alguna plaza o torre de vigilancia… pero si vamos con tiempo justo, optamos por las tres propuestas que os hemos dicho.






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